El ex presidente Hosni Mubarak y Egipto fueron testigos fehacientes de una de las revoluciones sociales de gran magnitud que se desató a través del Rey de las Redes Sociales: Facebook. La red más grande del mundo logra unir razas, culturas, diferentes pensamientos y, gestionar grandes negocios a través de un “Me gusta”.
«Me Gusta» y su importancia
Mark Zuckerberg, creador de Facebook, señaló que debido a la cantidad de usuarios (más de 1,000 millones), esta red social conforma “el país más grande del mundo, así que sus habitantes podemos conocernos, hacernos amigos, hacer negocios y… Poner y quitar a cualquier gobierno”.
Llegó para quedarse y cambiar el modo de relacionarnos y de relacionar empresas, marcas, gobiernos y consumidores.
El surgimiento del Internet originó una transformación en distintos ámbitos, como la manera de relacionarnos, la concepción de la educación y por supuesto la dinámica para hacer negocios.
“Internet es el feroz campo de la más dura competencia, donde sobrevive el mejor”, aseguró Mark Zuckerberg.
Facebook permite a cada usuario tener una lista de “amigos”, algunos de los cuales serán simplemente contactos; sin embargo, cada uno de ellos jugará un papel importante si pensamos en que se puede utilizar para posicionar una marca o producto.
Según la ley Karinthy, propuesta por su creador, el húngaro Friges Karinthy, Facebook realiza la utopía de los seis grados de separación, consistente en la idea de que cualquier ser humano está a únicamente seis personas interpuestas de cualquier otro ser humano.
Partamos de la idea de que hay un usuario de Facebook que sigue a una marca a través de su perfil en esta red social, si comparte algún mensaje que le agrade, se puede llegar por lo menos a seis de sus contactos y a la vez a otros seis si uno de ellos vuelve a compartir el mensaje.
Además de la posibilidad de relacionarnos con nuestros “amigos”, esta red social nos convierte a cada uno en potenciales creadores de un mensaje universal, algo que antes de Facebook estaba reservado a los poderosos y a los medios de comunicación.
Lo que debemos comprender de este espacio, es el hecho de que ser escuchado ya no depende sólo de tu prestigio ni de la audiencia, si no del interés de tu mensaje. En este mundo tan competitivo no es importante que seas capaz de emitir un contenido si no conseguir que éste sea reenviado o “compartido”.
Un aspecto clave al momento de redactar un mensaje que será difundido a través de Facebook y pretendemos que tenga un gran impacto es pensar en la manera de motivar a los receptores inmediatos para difundir ese mensaje.
La autora del libro Facebook, la periodista Xantal Llavina, describió que la moneda que pagan las transacciones en Facebook es precisamente el tiempo de atención que le dedican los usuarios, bajo la idea de que si les interesa tu mensaje, te conceden minutos de su limitado tiempo de atención.
Posicionemos nuestros mensajes, a través de Facebook, pues en las Redes Sociales no hay límite para la relación ni para la creación de mensajes. Facebook es el Rey de las Redes Sociales, mantiene conectadas a más de 1000 millones de personas en el planeta tierra, con un sólo propósito: difundir y posicionar mensajes, personalidades, empresas, marcas, etcétera…
Autor : Fernanda Ramírez
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